martes, 22 de julio de 2014

Minería a cielo abierto desangra los Andes


“Eso anhelan con gran sed. Se les ensancha el cuerpo por eso, tienen hambre furiosa de eso. Como unos puercos hambrientos ansían el oro”. Esta expresión náhuatl, es citada por Eduardo Galeano en su libro Las venas abiertas de América Latina”. La codicia que despertó la fiebre del oro entre los conquistadores que llegaron al continente americano hace ya cinco siglos, no cesa.
Ese oro, que cuenta el propio Galeano, financió la revolución industrial inglesa y consolidó la hegemonía europea, al mismo tiempo condenó a la pobreza a los pueblos latinoamericanos, cuya “derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena”.
Quinientos años han pasado, muchas cosas han cambiado; otras, no tanto. Las venas de América Latina, una tierra muy rica y paradójicamente con muchos pobres, siguen abiertas mientras los grandes capitales locales o extranjeros extraen la riqueza de los pueblos originarios condenándolos a desplazarse o desaparecer. Pues “la riqueza”, el oro y la plata se agotan, no es rentable explotar socavones mineros.
En el tiempo, la lógica del sistema impone un nuevo modelo de explotación: la minería a cielo abierto, en inglés: “open pit”. Generada mediante colosales explosiones que detonan los cerros la roca se sumerge en una mezcla de agua y cianuro para separar el oro de la piedra en un proceso llamado de lixiviación. En la actualidad, y, debido a la crisis financiera mundial, el valor del oro ha aumentado exponencialmente, se estima que basta obtener 0,35 gramos de oro por tonelada de piedra para que el negocio sea rentable. Pero, las consecuencias en el medio ambiente son más que alarmantes.
En primer lugar, los daños al paisaje y a la biodiversidad que producen esas brutales detonaciones, sorprenden y desgarra. Algunas de ellas se dan en regiones supuestamente protegidas, como la Biosfera de San Guillermo ubicada en la provincia de San Juan, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco debido a su diversidad, y que hoy alberga el emprendimiento de Veladero, una de las mayores minas de Argentina, explotada por la canadiense Barrick Gold. En segundo lugar,  el uso del cianuro, un metal que contamina el agua y produce afecciones en la salud de las poblaciones locales. Además de la lluvia ácida que provocan los metales que guardaba la montaña, al quedar expuestos a la luz y el agua.
“El cianuro es lo de menos: como es muy caro, lo aprovechan todo. El problema es todo el agua que se desperdicia”, explica José Leiva, operador perforista en la mina de Veladero. “La cantidad que se consume es inimaginable. Acá no hay caudalímetro a propósito, para que nadie sepa cuánta usan. Lo que es seguro es que no alcanza el agua en Veladero: están secando totalmente los ríos y las fuentes de agua”, añade José, y concluye: “Barrick Gold es la que gobierna en San Juan”.
Sin embargo, el gobernador sanjuanino, José Luis Gioja, es uno de los más firmes defensores del modelo megaminero. Sostiene que el proceso de lixiviación es inofensivo para el medio ambiente. Cabe preguntarse entonces por qué muchos países, como Turquía, Australia, Costa Rica o Alemania, y varias provincias argentinas han prohibido este tipo de minería.
El año pasado, 2013, después del proyecto de ley presentado por diputados de la UCR y Movimiento Sur  para prohibir la minería a cielo abierto perdiera estado parlamentario por falta de tratamiento durante 2011, se decidió volver a presentarlo porque se cree que desde el Estado se debe instalar el debate sobre temas tan importantes como la contaminación de nuestras tierras, la dilapidación de nuestras aguas y la alteración de ecosistemas.
No creo que la minería sea una actividad negativa por sí misma; lo que deseo remarcar es el impacto ambiental que provoca, los costos naturales a largo plazo de la denominada minería a cielo abierto.
El proyecto minero de Pascua Lama, en la Reserva San Guillermo de nuestra provincia, tiene un enemigo fuerte y declarado ya que  la compañía minera canadiense Barrick Gold Corporation opera sobre la zona sin prejuicios y con libertad. La Ley de Glaciares no se cumple. Las especies animales y la vegetación autóctona peligra y muere.. Las compañías mineras deberías estar reguladas. Pero no se entiende. Nada pasa. El impacto ambiental es grande. Y, como señalan las organizaciones ambientales, los partidos políticos de izquierda como lo es el Movimiento Sur con Pino Solanas, la Iglesia Católica encabezada por el Papa Francisco quien trabaja en una Encíclica sobre Ecología en la que se referirá puntualmente al daño de la megaminería a cielo abierto, y cientos de activistas alrededor del mundo, el agua vale más que el oro.
Nuestra cordillera sangra. Curar sus heridas y cuidarla es uno de los desafíos más importantes que tenemos en estos tiempos.


"Multones" para los Remises y Taxis truchos


En San Juan urge la implementación de controles y multas a los ciudadanos que  conduzcan remises y taxis truchos ya que resulta injusto para los vehículos habilitados que trabajan “en blanco” y cumplen con los requisitos e impuestos correspondientes. Acerca de este tema el  Director de Tránsito y Transporte, Sr.Tito Montaña, confirmó que se establecerán sanciones a quienes no estén en regla. Además, puso énfasis en los montos de las multas a aplicar, que van desde los $4.400 pesos hasta los $8.800 pesos, según los casos.
Una de las causas de este incremento en el transporte de taxis y remises truchos se debe, entre otros factores, a que los trabajadores que estaban en la actividad minera y que fueron despedidos han encontrado en el ámbito del transporte una salida a su situación laboral, pero esto no justifica el aumento irresponsable de vehículos sin licencia.
El  Director de Tránsito y Transporte  dijo que la figura del "alquiler de licencias" en el sistema de remises va a ser observada, analizada  y determinada en un futuro proyecto de ley de transporte que se enviará a la Cámara de Diputados.
Mientras tanto el caos crece y pone en riesgo la vida de muchos ciudadanos involucrados, o no,  en esta problemática.